PEDIDA DE MANO

Entre las 19:00 y las 19:30, recibiréis una llamada de vuestro conductor personal para informaros de que un lujoso Rolls-Royce Silver Dawn de 1952 ha llegado frente a vuestro hotel.

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Una vez a bordo del automóvil, recorreréis la ciudad para llegar a una pequeña isla privada, escondida en el corazón del bosque. Mientras el vehículo se adentra entre las ramas de los árboles, podréis entrever, entre las hojas, una encantadora cabaña de madera. El cottage se asoma a las aguas de tonos pastel del lago, donde la luz de la luna y los destellos del paisaje boscoso se reflejan, creando una imagen digna de un cuento de hadas.

Una vez lleguéis a vuestro destino, descenderéis del automóvil y seguiréis una breve escalinata hasta las orillas del lago, donde os espera una barca con un remero. Subiréis a bordo y cruzaréis el lago, mientras admiráis la estela de un pato deslizándose sobre el agua. A lo largo de la orilla, seréis recibidos por la suave iluminación de antorchas y velas, y por el encantador chalet bernés que Napoleón III regaló, por amor, a su amada Emperatriz Eugenia.

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Después de hacer el check-in, seréis cálidamente escoltados a vuestra mesa reservada. Con pétalos de rosa sobre el mantel y una vista panorámica del lago, disfrutaréis del lugar más romántico del restaurante.

En un ambiente elegante y acogedor, tendréis la oportunidad de deleitaros con una copa de champán. La cena comenzará con una refrescante sopa de melón acompañada de cangrejo real y crema de alcachofas, seguida de un aïoli de bacalao con verduras frescas y un fondant de chocolate con merengue especiado. Todo esto estará maridado con un Chablis del Domaine Joseph Drouhin 2016 y un Pessac-Léognan Château de Rochemorin 2013, para realzar al máximo los sabores de la cena.

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Después de la cena, podréis salir del chalet y respirar el aire perfumado del bosque. Tomarás la mano de tu pareja y seguiréis un sendero secreto que bordea la orilla de la isla boscosa. Entre las copas de los árboles centenarios, podréis vislumbrar la majestuosa Torre Eiffel asomándose. Después de unos minutos, llegaréis al extremo de la isla, donde se alza una misteriosa estatua de dos amantes abrazados en una posición discreta y encantadora. Todo esto creará un ambiente romántico e inolvidable para vuestra velada.

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