Locas propuestas de amor en París.
Un ingeniero aeonautico francés creó una empresa dedicada a organizar las más románticas y excéntricas declaraciones de amor en la Ciudad Luz. Escenarios para que ninguna mujer se resista.
La idea de pedir la mano en un restaurante, con un violinista que aparece para darle el toque de romanticismo al momento, y la pequeña cajita de terciopelo que deja ver un anillo de diamantes, es más de lo que muchas mujeres pueden desear cuando les proponen matrimonio. ¿Pero qué tal si en lugar de esto, un aeroplano surcara los cielos de París dejando una estela que formara un corazón y una frase que dijera "¿te casarías conmigo?". ¿O si en un paseo romántico por un río, cayera una lluvia de rosas rojas para acompañar la propuesta, o si en una despejada noche se proyectara el nombre de la novia en la torre Eiffel? Seguramente, mujeres y hasta hombres, caerían rendidos a los pies de su amado (a). Eso fue lo que pensó Nicolás Garreau, un joven francés que creó hace tres años Apoteosurprise, la empresa que diseña y desarrolla propuestas de matrimonio originales y muy románticas en París. Todo comenzó cuando Nicolás, ingeniero aeronáutico, descubrió que según un estudio, el 80 por ciento de las mujeres estaban insatisfechas con la manera como les habían propuesto casarse. "Descubrí que no existía ninguna compañía que se dedicara a organizar propuestas originales, así que decidí ayudar a las parejas que vienen a París a preparar una gran sorpresa romántica". Y aunque su fuerte son las pedidas de mano, sus excéntricas ideas funcionan para aniversarios, cumpleaños o solo para expresar el amor. Él asegura que como es un romántico, las ideas fluyen naturalmente. Claro que también cuenta con asesoría de sociólogos y sicólogos que le dicen cómo trabajan las emociones y así desarrollar escenarios creativos. Cuenta con casi 30 modalidades: la lluvia de rosas mientras la pareja pasea por el Sena, en un número de circo, en un globo, en el Museo de Cera, con una paloma mensajera, en un paseo por limusina? Hay unas bastante elaboradas, como cuando en un paseo por Montmartre, un pintor local se ofrece para pintar un retrato de la novia por 10 euros. El retrato ha sido pintado previamente con una foto suministrada por el novio. El detalle es que en la imagen, el pintor agrega una cadena con un dije en forma de llave. Poco después, la pareja encuentra una gitana que vende joyas, y allí está justamente la misma cadena dibujada por el pintor. El novio la compra y se la da a su amada. Todo se complica cuando un sospechoso hombre camina cerca de los novios con un extraño paquete y lo deja a los pies de la pareja. Resulta ser un cofre que solo abre con el dije que compraron. Allí se encuentra un pergamino con el nombre de la novia y la pregunta: "¿quieres casarte conmigo?". Pero Nicolás no para, ahora está diseñando una propuesta en Niza, donde abrió una sucursal, en la que un ilusionista toma la luna del cielo para entregársela a la pareja. Este "pequeño" truco tendrá un costo aproximado de 150.000 euros. Nicolás recuerda una sorpresa que preparó a una pareja brasileña. Ella quería anunciarle a su esposo que estaba embarazada. En un lujoso restaurante, cientos de velas suspendidas del cielo formaron el mensaje: "Claudio: voce será papai!" Sus clientes son principalmente japoneses, norteamericanos, rusos y europeos. Cada vez llegan más sudamericanos y ha tenido algunos colombianos. "Uno de Bogotá eligió el paseo por el Sena con la lluvia de mil rosas rojas", recuerda Garreau. Esta idea tiene un costo de 4.990 euros. El cien por ciento de las propuestas ha sido exitoso. El 90 por ciento de sus clientes son hombres, pero también las mujeres se han atrevido a lanzar la propuesta. "La mayoría de las veces, las parejas terminan llorando de emoción". Ésta es justo la reacción que espera obtener Nicolás de su novia. "Ella me está presionando para que le proponga matrimonio de forma increíble". Garreau tiene aquí el reto más importante de su carrera y de su vida.
Juliana Correa
